Mejora pero sigue sin ganar

Apenas una semana después de la llegada de Unai Emery al banquillo sevillista tras la más que tardía (bajo mi punto de vista) destitución de Míchel, el Sevilla FC ha experimentado una sensible mejoría en su juego y en la ambición de ir a por los partidos que, desgraciadamente, no se ha visto acompañada de victorias.

Los que a menudo os pasáis por este sitio web sabéis que no soy dado a regalar elogios innecesarios simplemente porque se trate del equipo de mis amores. Siempre he pensado desde que decidí abrir este blog hace ahora algo más de tres años que, dentro de la subjetividad que ofrecemos cada uno de nosotros, debía de intentar ser lo más objetivo posible a la hora de opinar sobre mi Sevilla. Cuando las cosas se han hecho bien han sido halagadas, pero cuando los errores se han repetido uno tras otro también han quedado redactados en este blog de opinión sevillista.

Una semana después de la llegada de Emery y tras los dos enfrentamientos disputados, primero ante el Zaragoza en Copa y luego contra el Getafe en liga, ambos a domicilio, he podido observar como el equipo muerto que parecía el Sevilla de Míchel ha ofrecido mejoras sensibles en sus constantes vitales.

La defensa juega alejada de su área, los centrales ofrecen una anticipación agresiva y considerable, el equipo intenta presionar como bloque y no como se hacía con Míchel, han vuelto a aparecer las llegadas a la portería contraria, la ambición de ir a por los partidos en la primera mitad y la idea de tratar de tocar en el medio del campo con pocos toques y salir por banda con el nuevo resurgir de Jesús Navas.

No se han sumado victorias porque la ausencia de gol sigue siendo patente tanto de la primera línea (Negredo) como de la segunda. La situación continúa siendo delicada porque para salir de la zona de incertidumbre clasificatoria en la que se encuentra el equipo hay que ganar partidos, por más que parezca una obviedad.

Siempre he defendido que es más fácil ganar partidos jugando bien y yendo a por ellos que encomendándote a la ruleta rusa del azar.

Unai Emery, que a pesar de no caerme nada bien durante su faceta técnica en Mestalla, sigo reconociendo que era el mejor entrenador que podía fichar el Sevilla con el curso ya avanzado, parece que está por la labor de levantar este Sevilla y que lo va a conseguir.

Llevo mucho tiempo con las carnes abiertas pidiendo los 43 puntos que nos permitan respirar y reestructurar al equipo como es debido para aspirar a cotas más altas, pero sin lanzar las campanas al vuelo, creo que va a ser decisivo en el aspecto anímico eliminar al Zaragoza para afrontar de manera consecutiva en casa los partidos ante Granada y Rayo.

El Sevilla jugó mucho mejor ante el Getafe que ante el Zaragoza. Es pronto, pero parece, o al menos esa impresión me da a mí, que el trabajo contrarreloj de Emery se está notando a marchas forzadas. Si la progresión sigue así, ante el Zaragoza, si la puntería no nos es esquiva, debe verse una buena imagen y el pase de nuevo a semifinales.

En el lado negativo está la ausencia de jugadores determinantes en la definición y que en tres días, en ambos partidos, han participado prácticamente los mismos jugadores, y eso pudo notarse ligeramente en la segunda mitad ante el Getafe.

Por otro lado, parece que no hay mucho más donde elegir.

El tiempo dirá si estas buenas sensaciones que me está transmitiendo el Sevilla de Emery se confirman o se quedan en el camino como otras tantas veces y, es que de momento, este Sevilla parece que mejora pero sigue sin ganar.