Reseteo muy necesario

Dicen los buenos informáticos que, cada cierto tiempo se deben formatear los discos duros de los ordenadores. En mi caso, la frase no es de aplicación directa al portátil, sino a uno mismo. No puedo quejarme lo bien que me trata la vida, pero sí que con la nueva puesta en marcha, por segundo verano consecutivo para nosotros, del Programa de Acogida de niños bielorrusos, y con nuestro peculiar sevillista Antón, de tan sólo 8 añitos, unido a la vorágine de papeleo y burocracia administrativa que conlleva la finalización de un curso escolar, desde la nueva faceta que ocupo y desconocía, más la puesta en marcha desde el pasado viernes, del curso escolar 2011-2012, ha provocado que fuese necesario tener una desconexión.

El período era el propicio bajo mi punto de vista, simplemente porque me lo pedía el cuerpo, y a veces, hay que ser un poquito egoista con uno mismo.

Parece que la inminente actualidad sevillista pasa por el estreno de corto, en el primer entrenamiento de Marcelino, esta tarde en la ciudad deportiva a a las 19:15 h y por el fichaje casi cerrado del central del Montpellier francés de casi 31 años, Emir Spahic. 

En próximas entradas valoraré algunos de los temas de actualidad que no tienen desperdicio. 

Pero ya que me he armado de valor y paciencia para sentarme delante del pc, no quiero dejar pasar la oportunidad de hablar de Promoesport, que no confundir con Promo Sport (agencia de representación en baloncesto y voleibol).

Para muchos de nosotros, esta nueva agencia de representación de futbolistas, afincada por la zona de los Bermejales y de socios nazarenos, como es Promoesport (en su delegación de Andalucía), ha irrumpido últimamente con demasiada fuerza en el Sevilla FC. Por citar algunos breves ejemplos, para que os vayáis haciendo una composición de lugar, los Zokora, Emaná (Betis), Romaric, Rodri, Luna, son sus representados y desde hace muy poco tiempo, también Luis Alberto. Y claro, viviendo a escasos cien metros del lugar de reunión "de trabajo", que no es la sede oficial, se explica uno muchas cosas, sobre todo, en el horario en el que las oficinas están cerradas, e incluso el sereno se ha ido ya a dormir. Y no me refiero ni al período de pretemporada ni el de la finalización de los encuentros.

Alguien debería hacerles ver a los chavales del filial, que seguir el camino de los africanos que he citado no es el más conveniente, máxime si tus representantes participan contigo del chascarrillo que luego será público en las gradas del Ramón Sánchez Pizjuán. Creo que un buen representante debe asesorar al futbolista por el buen camino y corregirle los errores que comete, como por ejemplo, la reincidencia de Rodri en ser fácilmente expulsados. Pero claro está que, acercarlo a las vidas de Emaná, Zokora y Romaric, no creo que haya sido una buena terapia para Rodri en los últimos meses. 

Ahora tenemos caso Luis Alberto, muy distinto al que he comentado, ya que piden una mejora económica considerable sin haber demostrado nada aún en primera división, aunque se le presupone un buen futuro al chaval. El Sevilla FC quiere amarrarlo antes de ponerlo en el escaparate de la primera división, y el jugador y sus representantes piden un dinero que el club considera excesivo a estas alturas. ¿Solución? El jugador no empieza la pretemporada con el primer equipo, algo que aplaudo desde este rinconcito. Espero y supongo al mismo tiempo que habrá una rápida solución a esto, sobre todo por el bien del futbolista, pero claro, no soy yo el que tiene que decidir este aspecto.

Y para terminar, como no tiene desperdicio después de vivir durante mis 35 años en las tierras nazarenas de Dos Hermanas, no estaría de más que escuchárais las palabras del ahora David García, desde siempre "Pirri" por estas tierras, cuando intervenga en una emisora radiofónica para hablar sobre su representado, Ndri Romaric, porque sólo así, os explicaréis muchas cosas de las que os he contado.

Disculpad mi ausencia si me habéis echado de menos, sobre todo por no avisar de la desconexión, pero, es que estas cosas se hacen cuando lo piden el cuerpo o la mente y no se pueden prever.

Volvemos para estar al pie del cañón y cargado de ilusión para la nueva temporada que se avecina.