Y fue un trámite (0-3)

El Sevilla FC se ha clasificado para los cuartos de final de la Copa del Rey, donde le esperará el próximo mes de enero el vencedor de la eliminatoria que se resolverá mañana entre el Mallorca y el Deportivo de la Coruña. De paso, que nunca está de más, volvió a ganar a domicilio, algo que no hacía  este equipo desde hace dos meses, cuando vencía en Riazor al Deportivo de la Coruña. El resultado del partido (0-3) y el global de la eliminatoria (6-1) no dejan lugar a dudas sobre la contundencia que ha habido en la misma. 

Y es que se presentaba el Sevilla con la incertidumbre habitual que viene mostrando en los partidos fuera de casa. Las novedades que presentaba Míchel en la alineación fueron dos: el inédito Coke en el lateral derecho y el argentino Diego Perotti en el ataque en lugar de Reyes. Y las dudas se disiparon en veinticinco minutos, justo el tiempo que tardó el colegiado en señalar un penalty sobre Babá cuando fue derribado fue del área. Además, la sanción fue acompañada de tarjeta roja para el defensor perico por lo que tras la transformación de la pena máxima por parte de Perotti, unido al 3-1 de la ida y la expulsión del defensor local, hacía que la eliminatoria quedase resuelta.

Antes de la jugada clave, como le gusta a decir a Míchel últimamente, no pasó nada, salvo una destacada acción de un incisivo Perotti que lanzó un disparo desde fuera del área que se estrelló cerca de la escuadra del portero rival.

Antes del descanso, Ivan Rakitic, en una magnífica asistencia de Jesús Navas, hacía el 0-2 que caía como una losa sobre un destrozado Español que bastante hace con pensar en salvar la categoría en el campeonato liguero y que tan sólo disparó una vez entre los tres palos en el día de hoy (min.89). Así pues, jugadores a vestuarios en una segunda parte que se presumía como lo que fue, un entrenamiento más con una eliminatoria que por entonces reflejaba un claro y abultado 5-1.

En los vestuarios, Juan Cala suplía a Botía, con quién tendrá que formar como pareja de centrales el próximo lunes por las sanciones de Fazio y Spahic. A los cinco minutos de la reanudación, por fin Babá hacía el tercer y definitivo gol que hacía reflejar en su rostro una amplia sonrisa a la vez que daba gracias al cielo por la consecución del gol.

De ahí a la finalización del encuentro poco más que reseñar, ya que Míchel probó tanto a Kondogbia como a Javi Hervás, ya que uno de ellos será, presumiblemente, el sustituto del croata Ivan Rakitic el próximo lunes ante el Valladolid. Además se queda como anecdótico una ocasión clarísima fallada por Babá a bocajarro en el pase de la muerte (en fuera de juego, por cierto), a dos metros de la portería, en posición centrada y con el portero completamente batido que inexplicablemente estampó en el cuerpo de Casillas. Tan clara era la ocasión como increíble que no haya terminado en gol. Menos mal que la eliminatoria ya estaba más que cerrada.

No quiero terminar sin reseñar la profesionalidad de Gary Medel, y por supuesto la de Jesús Navas, al que le da exactamente igual como vaya el partido o la eliminatoria que su grado de implicación continua siendo siempre el mismo. Buen partido de Fazio y de Maduro, que creo que es digno de reseñar así como la primera parte que invita al optimismo de Diego Perotti, que hoy jugó sesenta minutos, en lugar de media hora como ya jugara ante Betis o At.Madrid.

Así pues, el equipo pasa a cuartos de final el día en el que se ha conocido el fallecimiento de un ex-presidente de la entidad como Gabriel Rojas, tras una larga enfermedad. Desde estas líneas quiero transmitirle mis condolencias más sincera a su familia. Descanse en Paz.