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jueves, 1 de noviembre de 2012

Érase un partido sin intensidad (3-1)

No me he equivocado al titular la crónica del partido de ida de los 1/16 de final de la Copa del Rey disputado esta tarde noche en Nervión. El resultado final y nunca mejor dicho lo de final, no debe tapar el gris partido disputado por el Sevilla FC ante su público. Resultado muy bueno para el partido de vuelta que se jugará a final de mes en Barcelona. Decía que resultado muy bueno el obtenido más aún si recordamos el empate a uno que figuraba en el marcador en el minuto 82 ante un aseado Español y poco más.

Comenzó muy bien el partido para el Sevilla. El día que Míchel volvió a alinear a Reyes en la mediapunta y a jugar con dos centrocampistas como Medel y Rakitic, en la primera jugada a balón parado, córner que bota el croata y Fede Fazio cabecea a la red en el minuto 3 de partido. Todo hacía pensar que el encuentro podría ser cómodo y placentero ante un rival que no lo está pasando nada bien en el campeonato liguero.

Pero nada más lejos de la realidad. De manera sorprendente y con una tímida presión del equipo perico, el Sevilla comenzó a regalar el balón y se conformaba con esperar al equipo azulino. Y si a esto le añadimos la poca mordiente que el Español ponía en ataque, nos íbamos al descanso con un tanto a cero y con poco más que reseñar salvo las ganas de Reyes, la autoridad de Fazio y una ocasión malograda por Cicinho casi en boca de gol en lo que fue la mejor y casi la única jugada de ataque elaborada por el conjunto local.

En la segunda mitad la falta de intensidad y el conformismo que mostraba el Sevilla hacía que el encuentro se tornase más hacia un entrenamiento que hacia un enfrentamiento de Copa del Rey. Esta faceta es algo que me desespera y mucho como aficionado, puesto que en ningún momento juzgo la valía o no de los futbolistas ni del resultado, sino ese puntito de competitividad y de ganas que no se pone en el encuentro y hace que el equipo sevillista se evada de los partidos de manera pasmosa y asombrosa, aunque cada vez menos sorpresiva.

El Español tenía muchísimos problemas para llegar a la portería sevillista, más por desméritos propios que por las trabas que le ponía un Sevilla que parecía andar sobre el césped. Ya con Cala en el campo en sustitución de Botía y con Campaña habiendo reemplazado a un sólo voluntarioso Reyes, el Español coqueteaba y hasta se creía que podía hacer algo en el encuentro, objetivo que logró mediada la segunda mitad con un tanto de Cristian. Algo esperado o mejor dicho, que no sorprendía tanto en la grada.

Y como estamos hablando de la competición de la Copa del Rey, un empate a uno desequilibra y mucho una eliminatoria. Así pues, el Sevilla intentó ponerse manos a la obra pero el centro del campo no tenía el control de otras tardes y las bandas no funcionaban como de costumbre, puesto que ni Navas y Cicinho por la derecha podían con un veterano Capdevilla, ni por la izquierda Antonio Luna podía con su par. El de Pedrera hizo lo que pudo en un opuesto que no es el suyo y en el que por desgracia hace que se muestren las carencias ofensivas que tiene.

Y como no podía ser ni por el centro ni por las bandas en el día de hoy, la suerte se limitaba a las jugadas a balón parado donde el lebrijano Juan Cala, debutante en esta temporada en el día de hoy, había avisado con un par de cabezazos. El canterano, que fue uno de los pocos que puso sobre el césped lo que debe poner un futbolista cuando compite sobre el tapiz, remató en el minuto 83 otro córner, botado esta vez por Campaña para adelantar al Sevilla y animar y espabilar a una aletargada grada, cara a los minutos finales.

De ahí al final el Sevilla sí intentó abrir un mayor hueco en el marcador de cara al partido de vuelta y ya con Babá acompañando a Negredo en el ataque se buscó el tercer tanto que no llegó hasta el mismísimo minuto 93, cuando a la salida de otro córner y tras centro de Cicinho, el delantero Álvaro Negredo fue claramente agarrado dentro del área cuando intentaba cabecear. El propio futbolista puso el 3-1 en el marcador que hace que el Sevilla parta hacia Barcelona con una renta no amplia pero sí muy respetable viendo sobre todo el nivel ofrecido por los pericos y el partido desarrollado por los locales.

Para terminar, conviene recordar que aunque en fútbol gana el que mete más goles, los partidos no deben analizarse desde el resultado, sino desde lo visto en el terreno de juego. Por este mismo razonamiento, me preocupa lo apreciado en la tarde noche de hoy por la falta de intensidad y la no cohesión de un conjunto que se ha atrevido a mostrar en su estadio la misma imagen que ya ofreciera en Vigo o en Zaragoza por citar un par de ejemplos.

En setenta y dos horas llega el Levante al Ramón Sánchez Pizjuán para disputar la décima jornada de liga. Para ese encuentro será baja el argentino Diego Perotti con una nueva lesión muscular, otra más, que le mantendrá fuera de los terrenos de juego durante dos o tres semanas. Habrá que esperar para ver si el golpe que hoy sufrió Botía y que le hizo ser sustituido por Juan Cala reviste gravedad y si podrá ser de la partida el próximo domingo. De no ser así, Fazio sería su sustituto en el centro de la defensa junto al bosnio Spahic.

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