Desde muy pequeñito se encargó mi padre de inculcarme el sevillismo que llevo en las venas. Ese sevillismo que me honra en defender a unos colores pero también a manifestarme en desacuerdo con las cosas que observo que no se hacen de buen grado en el club. Y es que, defender a tu Sevilla FC no consiste en ponerte una venda en los ojos para verlo todo de color de rosas, porque si trasladamos este mismo ejemplo a la educación de un hijo, ya se conoce el resultado final que se observará.
¿Qué a que viene todo esto? Pues a las múltiples interpretaciones erróneas desde mi punto de vista, de lo que se intenta vender de lo que es el amor a unos colores. Algunos han quedado ya en evidencia. Otros, sin personalidad y que seguían a los primeros, van con los pantalones bajados y se han quedado en terreno de nadie. A todo esto, lo último que me hace gracia es lo que hay que leer respecto a que ya no hay derby en esta ciudad, sea por un sector o por otro. En lugar de evadirse uno del complejo de inferioridad parece que se acentúa con esta afirmación. En esta bendita tierra no hay derby cuando los dos equipos sevillanos se encuentran en diferentes categorías, que por suerte o por desgracia (según se mire) ha ocurrido muchas temporadas.
¿Que el Sevilla FC es el club más laureado de la ciudad y que triplica en títulos al verdiblanco? Pues claro que sí hay están los datos. ¿Qué tenemos títulos europeos y ellos no? Pues claro que sí. ¿Qué quién ha sido más laureado recientemente y es el más grande? No creo que nadie lo dude tras lo que hemos podido ver, principalmente, en 2006 y 2007 y aderezado por la Copa del Rey de 2010.
Pero pese a todo lo anterior, en esta ciudad, para mí, y así lo he vivido desde pequeñito, sus calles, sus barrios, sus bares, en los trabajos, entre amigos, se respira un ambiente especial durante esta semana y que a buen seguro no finalizará mañana. Hay cierto recelo entre las personas que aman colores tan opuestos como el rojo y el verde. Parece que andamos en una etapa de concordia donde espero y deseo, por el bien de todos, que el apartado de incidentes y violencia haya pasado a mejor vida para el resto de los días.
Es por ello que en un día tan especial para mí como este 17 de noviembre por lo que representa para mí cada año, en esta ocasión supone la previa de un derby más, uno de tantos que se jugará en Nervión y en el que los jugadores sevillistas tienen una deuda pendiente con su afición por múltiples motivos: la derrota del año pasado por 1-2 frente al eterno rival, las pésimas imágenes que viene ofreciendo el equipo fuera de casa y la regularidad de la que se empieza a dudar de un equipo que comenzó con pies de plomo y que ahora mismo arroja dudas sobre si es un castillo de naipes que empieza a tambalearse.
Para mañana, Míchel ha cerrado filas y ha convocado a 23 futbolistas, incluidos los Coke y Bernardo con los que no cuenta para nada el entrenador. Convocatoria típica pre-derby para buscar la unión de un grupo que se debate entre si es carne o pescado.
La temporada pasada se perdió el encuentro por dos lanzamientos de falta de Beñat, pero si abrimos la visión del encuentro, que siempre será algo más que el simple resultado, el Sevilla FC pese a marcar en primer lugar y adelantarse en el marcador, empezó a perder el encuentro en cada balón dividido y en el centro del campo, donde fue muy inferior al rival. Esperemos que en ese aspecto no sean superados los jugadores sevillistas, máxime jugando ante su afición y con un ambiente aún inédito este año en el Ramón Sánchez Pizjuán, por increíble que parezca.
En el plano deportivo, tan sólo se presentan como dudas un par de puestos en la alineación sevillista. El puesto de defensa central diestro y el de extremo izquierda son las dudas en las que el aficionado centra su atención. Para la primera demarcación, las papeletas se las reparten Botía y Fazio. Si el murciano está en plenas condiciones, pasará a ser de la partida pese a las buenas actuaciones mostradas por Fede Fazio, a excepción del último encuentro disputado en Bilbao. Para el puesto de extremo izquierdo y dado que el partido se celebra en casa unido a que los sevillistas carecen de gol, parece previsible que Manu del Moral adelantaría a Luna en la carrera por lograr un puesto en el once inicial. Más lejana parece la opción de José Antonio Reyes por el centro desplazando a Ivan Rakitic al costado izquierdo.
Así pues, Míchel podría alinear mañana de inicio en el derby a Palop; Cicinho, Botía, Spahic, Navarro; Maduro, Medel, Rakitic; Navas, Negredo y Manu.
Y para terminar quiero decir que una cosa es la deportividad y otra la hipocresía, así pues, dentro de los límites de la no violencia y de la salud, le deseo la mejor de las suertes a los sevillistas como no podía ser de otro modo. Dentro de veinticuatro horas tendremos las respuestas y el análisis que habrá ofrecido un derby más, uno de tantos y tantos que hemos vivido y de los muchos que nos quedan aún por disfrutar.
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