El decálogo de la culpabilidad

Aunque lo creáis o no, para mí NO EXISTE UN ÚNICO FOCO de culpabilidad, porque al igual que cuando vienen los éxitos se habla de buen trabajo hecho en equipo, a la hora de justificar los fracasos hay que buscar también una solución mucho más compleja.

1.- ¿Del buen juego? Pues miren ustedes, para mí, evidentemente, el entrenador. Y me da igual qué tipo de jugadores haya en el campo, si son válidos o no, pero el equipo debe tener una identidad e intentar saber a lo que juega (adaptándose a los jugadores que tenga en cada momento).

2.- ¿De la lectura del partido? Pues también el entrenador y sus ayudantes (si es que ayudan). Es el máximo responsable de saber cambiar la dinámica del choque y para ello dispone de un trabajo semanal, de 15 minutos de descanso y de tres cambios, que dicho sea de paso, rara vez acierta con ellos.

3.- ¿De la inversión realizada en fichajes? Pues mire usted, a pesar de lo que hayan dicho el presidente y el entrenador, el máximo responsable es Monchi. Afortunadamente acierta más que falla, aunque vendría bien recordar la ausencia de un centrocampista con presencia y que organice y la ausencia de un cuarto central, una vez conocida la lesión de Fazio.

4.- ¿De jugadores que no dan la talla para este equipo? Pues los propios jugadores y el que los alinea. Cito como ejemplo a los Konko, Fazio, Lolo, Duscher, Romaric, De Mul, Acosta y Koné. Cada uno de estos por diversos motivos. Me han salido ocho jugadores y sin esforzarme mucho en pensar. Podría sopesar el incluir algunos que están en un momento alarmante de forma física y entonces me voy seguro a la media plantilla.

5.- ¿De las fichas desaprovechadas? Pues el Director Deportivo (Monchi) con el consentimiento del entrenador del primer equipo. Se sabía desde inicios de temporada que, sobre una base de 25 futbolistas, el Sevilla no iba a poder contar en el mes de Enero con ocho futbolistas (Cheva, De Mul, Acosta, Fazio y los cuatro africanos). Afortunadamente dos se han quedado en Sevilla, indistintamente de lo que aportan al equipo. A esto hay que sumarle los lesionados propios de cada temporada. Así que se sabía que el equipo iba a “estar en cuadros” durante este mes.

6.- ¿De no fichar en invierno? Esta se responde sola con los párrafos anteriores. El Consejo de Administración con su presidente a la cabeza y, todos ellos, respaldados por la decisión del Director Deportivo.

7.- ¿De las continuas lesiones? Pues miren ustedes. El entrenador lleva tres temporadas y en las tres tenemos “muy mala suerte” con las lesiones. A ver si va a resultar que las cargas de trabajo semanales no son las más idóneas. Pero que el equipo médico no se queda atrás, le da el alta a un jugador y éste recae de inmediato (valgan los últimos ejemplos de Squillaci o Adriano).

8.- ¿De que se alarguen las recuperaciones? Pues evidentemente el cuadro médico y el equipo de recuperadores. Son incapaces de recuperar a un solo jugador en el tiempo de recuperación fijado inicialmente cuando se diagnostica la lesión.

9.- ¿Del ambiente frío que se respira en el Sánchez Pizjuán? Pues lo que más me molesta es que haya escuchado ya en repetidas ocasiones que es del aficionado: “que se ha relajado, que si ha probado el caviar, que si son sevillistas de finales...”. Mire usted esta afición es lo más grande que tiene nuestro club y ponerla en sintonía con el equipo es muy fácil, tan fácil como intentar jugar al fútbol. Ya si encima lo consigue, es de órdago y/o de orgasmo.

10.- ¿De mantener al entrenador? Pues evidentemente el presidente de la entidad que es el máximo responsable de la misma. Ya puede venir su decisión respaldada y avalada por su Consejo o por el Director Deportivo, pero no debe temblarle el pulso en esto. Es muy cómodo tener a un entrenador “de escudo”. Un entrenador “que traga” con todo lo que le ponen por delante. Un “parapeto” a quién echarle las culpas (sin obviar las que de por sí tiene en la trayectoria del equipo, tanto las buenas como las malas). Un entrenador “muy barato” para la entidad, siendo uno de los que se encuentra en mitad de la tabla si a sueldos de entrenadores nos referimos.