¿A qué jugamos?

Pues yo creo que este Sevilla no ha jugado a nada en el Calderón en la noche de hoy. No ha jugado a nada porque no sabe atacar, no triangula en el centro del campo, no dinamita el juego por bandas, no defiende, y lo que es aún peor, encima regala los goles. Con esta introducción ni les cuento el resultado del partido.

Y lo que más me duele es que hemos perdido con un muy mal equipo. Malísimo diría yo. ¡Pésimo, vamos! Que ese equipo vestido de rayas sea capaz de derrotarnos dice mucho y mal de la pantomima que ha hecho esta noche nuestro equipo en el Calderón.

Y eso que el partido estaba ganado con un gol de Renato al rematar un córner al filo del descanso. Pero entre Jiménez y jugadores como Fernandito Navarro (vaya tela), Duscher (no ha aprendido a controlarse aún con una tarjeta), Negredo (desaparecido), Koné (no espero más) ... y así podríamos seguir un ratito. No se pierdan ustedes ambos goles. El primero, del tebeo, con un mal entendimiento entre Navas y Navarro en campo rival y a partir de ahí tres rechaces nuestros de carambola y gol en propia puerta. El segundo nace de una falta INNECESARIA de Navarro en el minuto 92 con un jugador rival de espaldas y alejándose del área más de lo que ya estaba.

Eso sí, el entrenador lo arregla en rueda de prensa diciendo "que falta madurez y concentración". No tengo más ganas de escribir con la temperatura corporal que tengo ahora mismo viendo como siguen volando puntos de la clasificación, independientemente del estilo de juego, que queramos o no, tenemos asumido los que llevamos ya tres años viendo al Sevilla de Jiménez domingo tras domingo. En el aspecto negativo reseñar las nuevas bajas de Escudé (gripe) y Squillaci (sustituido por molestias).

El martes el Barça en Copa del Rey. Y para terminar me gustaría parafrasear a mi amigo Manuel Miranda, que suele decir que contra diez rara vez ganamos, pero sin embargo cuando nos quedamos nosotros con diez siempre perdemos.