Seguidores

Slider automático cabecera

jueves, 17 de febrero de 2011

A perro flaco ... (1-2)

Dedicado a los 25.000 fieles de Nervión, a los mismos que ya seguían al Sevilla FC en segunda división, hace ahora una década. Sería un motivo de análisis interesantísimo, el por qué hubo tan pocos sevillistas en las gradas para vivir las sensaciones de un partido ante un rival de Champions League, como el Oporto.

Respecto al partido, decir que otra derrota más.
Ni siquiera ganamos en el día que el equipo tiene un magnífico arreón en la última media hora de juego.
Ni siquiera ganamos cuando el equipo se repone del mazazo del gol portugués en el minuto 60 de encuentro.
Ni siquiera ganamos cuando disponemos de seis o siete ocasiones francas de hacer gol.
Ni siquiera somos capaces de ganar cuando el rival te dispara en cuatro ocasiones a portería.
Ni siquiera pudimos empatar, el día en el que merecimos ganar.

Nueva derrota tremendamente dolorosa, no por esperada, sino por como se ha producido. Podríamos esperar que el Oporto fuese muy superior al Braga, pero no que ganase y se llevase tres cuartos de eliminatoria de la manera que lo ha hecho en la noche de hoy.

Si ante el Villarreal, cuando empatamos en la ida a tres goles, titulé el post como "Con pie y medio en semifinales", imaginaos la esperanza que tengo ahora de remontar la eliminatoria la próxima semana (miércoles 18:00 h).

El Sevilla FC mereció ganar hoy y perdió. Podemos hablar de una primera parte de tanteo de ambos conjuntos con alguna ocasión clara para cada bando y poco más. Pero cuando nos reponemos del primer gol luso a balón parado, en el que los dos centrales portugueses se encuentran totalmente solos para rematar ante Palop, y cuando posteriormente conseguimos empatar el partido, y cuando Luis Fabiano tiene a renglón seguido el cabezazo que hubiese volteado la eliminatoria, y cuando Kanouté saca un balón cuando sólo tenía que empujarlo tras cabezazo de Negredo, y cuando se mascaba el 2-1 en la grada, y cuando veíamos que ya no era posible ganar y que el empate a un goles nos obligaría a marcar en Portugal, pues en éstas, minuto 86 de partido, aprroximadamente, cuando intentamos sacar un balón jugado desde atrás entre Sergio y Medel, perdemos el balón y el fallo en el remate del delantero rival se convierte en una especie de magnífico autopase (así me pareció verlo desde Gol Sur), para que encaren a Palop y transformen el 1-2 definitivo.

Y es que a este equipo cada fallo le cuesta un gol. Hoy tú, mañana el otro y pasado maña el de más "pá allá". Pero la historia se repite de manera sangrante un partido sí y otro también.

Injusta derrota y lo digo una vez más. Una cosa es que no se planifique bien la temporada. Otra, que el entrenador haga o guste más o menos. Otra, encajar una media de dos o tres goles por partido. Y otra muy diferente, es perder de manera increible e inmerecida este encuentro.

Y es que a pesar de las buenas sensaciones que ha podido dejar Medel, de la seriedad de Sergio Sánchez en el centro de la defensa, que dista un mundo de la que ofrece Alexis, y del muy buen partido que ha disputado Fernando Navarro, decía que a pesar de todo esto, sigue mandando el refranero español, que acierta al decir que  "a perro flaco, todo son pulgas".

1 comentario:

José L. Villa dijo...

Hubo poco fútbol, se jugó sobre todo con el corazón, pero eso nos dió (y nos da casi siempre) para plantarle cara al Porto y merecer ganar el partido.
Cuando tu equipo pierde como perdió ayer el nuestro, cuando la derrota se convierte en lo habitual, cuando necesitas 8 ocasiones para hacer un gol y el rival en una y media te hace dos tantos, cuando tienes que poner a jugadores de titular aun habiendo rajado durante los últimos días....la cosa está chunga.

Y ayer, cuando mejor estaba Perotti, cuando se iba una y otra vez de su marcador, cuando no le llegaban las ayudas al lateral portugués, cuando la victoria estaba en una de las internadas y pase atrás de Perotti...coje Manzano y lo quita por Capel, y entonces pasa lo que pasa, que Capel no se va ni de mi abuela.