¡Vallen la finca, por favor!

Tras los recientes hechos que han sucedido esta semana, me pregunto: ¿quién será el próximo en alzar la voz y formar un lío en el Sevilla FC?. Y es que la situación me preocupa y mucho, dado que el polvorín parece que está a punto de estallar, a tenor de las declaraciones que he leído.

Uno de los gremios mejor pagados y más egocéntricos e individualistas que se conoce desde antaño, es el del futbolista. Aquel individuo capaz de besar el escudo de una camiseta (igual que lo haces tú con tus colores), con la enorme diferencia de que no siempre siente de corazón el acto que manifiesta, puesto que mañana, poderoso caballero es don dinero, donde dije digo, digo Diego, y si te he visto no me acuerdo.

En algunas ocasiones, cuando se dice que un futbolista habla mal de un entrenador, pues me causa hasta cierta gracia, relativizando el hecho. "Habla mal porque no juega" y yo respondo que verás como cuando juegue ya no habla tan mal, o lo que parecía negro se ha vuelto blanco.

Y es que auténticas discusiones, a falta de llegar a las manos en algunos casos muy calientes diría yo, las ha habido en los últimos años en el Sevilla FC entre entrenadores y jugadores. Vayamos con un pequeño repaso de estos conocidos y viejos incidentes:

1.- Joaquín Caparrós (tan de moda en las últimas semanas), mantuvo una férrea discusión con los Fredi y Moisés antes de iniciar una pretemporada (año 2003, más o menos). Posteriormente llegó a tener un enfrentamiento con Nico Olivera, al que acusó de haber fichado por el At.Madrid cuando aún defendía nuestros colores.

2.- El laureado Juande Ramos, ése que se fue por dinero y nos dejó tirados, ése al que yo sí hecho de menos, así como a excepcionales futbolistas, decía que el manchego se enfrentó a Chevantón, al que llegó a dejar sin ficha federativa, que se la devolvió el club con la llegada de Jiménez al banquillo sevillista. 

3.- El mismo entrenador (Juande) que prohibió a Carlitos Domínguez (aquel veloz delantero canterano) acudir a la gira asiática de pretemporada por supesar en 200 gramos, su peso permitido en la báscula.

4.- El mismo Manolo Jiménez tuvo más de un "affaire" con Luis Fabiano y con algún jugador más de la plantilla, los cuáles decidieron hablar cuando el de Arahal fue cesado por el club.

5.- Me recordaba el amigo Nacho Mateos en el apartado de los comentarios de este post, el sonado incidente protagonizado de nuevo por el técnico de Arahal y el italiano Enzo Maresca, donde a partir del cuál el jugador transalpino no volvió a vestirse de corto en el Sevilla FC, pese a haber renovado su contrato meses antes.


6.- En el poco tiempo que Antonio Álvarez dirigió la nave rojiblanca, tuvo un incidente con Sebastien Squillaci en el autobús del equipo en el partido previo a disputar en Braga de la fase previa de la Champions League.

Y una vez contado todo esto y multitud de casos que, a buen seguro, me habré dejado en el tintero, y que es público y notorio tanto para mi memoria como para los medios de comunicación (que deben tener constancia en sus hemerotecas), a lo mejor os estaréis preguntando que de qué me extraño yo.

En los seis casos que he citado, en todos ellos saltaron chispas de las de verdad en el vestuario, en enfrentamientos cara a cara, y en algunos de ellos hubo que mediar para evitar que los implicados llegaran a las manos. Posiblemente fueron incidentes mucho más graves que el que el uruguayo Martín Cáceres ha provocado con sus manifestaciones en el día de ayer (creo recordar). Lo que sucede es que los hechos narrados en otras temporadas ocurrieron en el vestuario e incluso los jugadores implicados,  y estos, jamás se atrevieron a hablar tan fuerte y claro como lo hizo Cáceres en declaraciones a Onda Cero Sevilla, donde llegó a  insinuar que Manzano alineaba a sus amigos.

Literalmente manifestó que: "Me pongo caliente con el tema porque jugando como lo hice en el primer transcurso de la Liga, veo como ahora el míster me pone de lateral y eso me incomoda porque no me gusta, aunque obviamente jugaré donde me pongan. No sé si son amigos del míster o éste pone a quien quiere, pero a mí me toca fumármela y punto. Yo no voy a recriminárselo al míster porque no quiero tener problemas que no me convienen". Cuando se le pidió que aclarase lo comentado respondió que: "Ya me mordí la lengua un par de veces y no me sirvió de nada, y en otro momento no me la mordí y hubo partidos que jugué y en otros no, así que en este caso prefiero morderme la lengua". Respecto a su futuro comentó que: "Depende de lo que suceda acá en lo que resta de Liga, así que espero jugar muchos partidos de central porque es lo que me gusta. No sé si se trata de una manito o ciertos favores que hacen a alguna gente". A lo que el periodista respondió: "No he entendido nada, ¿puede aclararlo?". Respuesta de Cáceres: "Mejor así".

Tras las manifestaciones realizadas por Martín Cáceres, miedo me da lo que se está cociendo en el interior del vestuario sevillista. Jugadores que sacan los pies del tiesto, entrenador que parece no saber qué hacer o como remediar el lamentable juego y sistema defensivo que ofrece el equipo, y un presidente que le da por acordarse públicamente de Joaquín Caparrós en estos momentos.

Queda mucha liga, y todo apunta a que se nos hará demasiado larga.

Ojalá que me equivoque, pero esto empieza ya a oler a podrido. El sábado tenemos partido en Santander, (La Sexta, 22:00 h), el jueves de la próxima semana recibimos al Oporto, y tres días después (domingo, 19:00 h) al Hércules. Y la actualidad sevillista dista muchísimo en estos días de ser pura y llanamente, deportiva.