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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Repasando 35 años de Sevillismo

No fue el 14 de Octubre de 1905. Tampoco fue en 1890. Fue un 17 de Noviembre de 1975 cuando este Sevillista puso los pies en este mundo. Un año, en el que meses antes el Sevilla FC había conseguido retornar a la máxima categoría del fútbol español. Un año en el que se fundó la peña Biris, en honor al delantero gambiano Biri Biri.

Evidentemente que en esos primeros años de vida, uno no tiene conocimiento futbolístico alguno. Pero es entonces cuando te habla tu padre de entrenadores que hacían subir y bajar gradas a los futbolistas en los entrenamientos, como Max Merkel ("Míster Látigo"), de porteros que marcaron una época como "SuperPaco", de defensas finos y elegantes que nunca llegaron a debutar con la selección nacional porque se lesionaron en el calentamiento de un partido con "la roja" como Antonio Álvarez, y de figuras auténticas que pasaron por Nervión como Bertoni o "el cañonero" Scotta, el cual por lo visto, tenía una potencia descomunal en los disparos.

Te cuenta tu padre, como siendo un club humilde (en el que sus propios aficionados ayudaron con una FILA CERO a cerrar el actual Ramón Sánchez Pizjuán), fuimos capaces de quitarle un título de Liga en la última jornada en Nervión, a la mismísima Real Sociedad capitaneada por Luis Arconada en la portería. Una portería Sevillista, que durante años llegó a estar defendida por Paco Buyo, uno de los protagonistas del famoso 12-1 a Malta en Diciembre de1983. Un Paco Buyo al que mi padre le temía más que le tirasen un córner que un penalty. Ya por entonces hasta el Castilla nos eliminaba de la Copa del Rey.

Por esas fechas ya me había llevado mi padre al Ramón Sánchez Pizjuán. Fue un partido contra el Valencia, en el que creo recordar que vencimos por dos tantos a cero. Eran los años de Ramón Vázquez, de Jiménez,  de Francisco, de Montero, de Moisés y no sé si también del "tronquito Magdaleno". Unos años en los que apareció "el cateto de oro", Manolo Cardo, para clasificar al Sevilla FC para la UEFA con un equipo de canteranos. Llegó un tal Pintinho a Nervión. Uno que fue protagonista en Zaragoza al golear por 0-4. Años en los que se recuerdan clasificaciones esporádicas para la UEFA y alguna noche mágica en Nervión, como la remontada en UEFA ante el equipo griego del PAOK de Salónica, al que goleamos por 4-0 en casa tras caer derrotado en la ida por 2-0. Con noches como esas éramos felices y era a lo máximo que podíamos aspirar.

Unos años en los que acudía con mi padre a ver el trofeo Ciudad de Sevilla, donde había un tremendo ambiente de rivalidad, pero muy sano. ¡Qué pena que se hayan perdido las buenas costumbres!

Pasaban los años, y también muchos entrenadores, como Wallace, el bigotudo Azcargorta o el magnífico Vicente Cantatore. A finales de los años 80, con el sudamericano en nuestro banquillo, apareció el canal autonómico conocido como "la nuestra". Y en esas que les dio por retransmitir el primer derby en feudo rival. Un encuentro en el que Francisco López Alfaro (conocido por el coronel Tejero, porque tiró a todos los béticos por el suelo en el gol Sevillista), nos dio el triunfo con un auténtico gol de antología. Aún recuerdo la carrera de Ramón por la banda y el centro para Francisco que sentó hasta el apuntador.

Eran unos años donde llegamos a fichar al mejor portero del mundo, el ruso Dassaev. Un tipo que se integró demasiado bien en nuestra ciudad, pero que tenía la suerte de espaldas en la portería blanca. Aún recuerdo un 2-4 que nos hizo el Valladolid en casa, con un delantero "tipo tanque" llamado Alberto. Eran unos años donde nos llevábamos alegrías muy puntuales e insignificantes para lo que ahora hemos conocido. Llegó Toni Polster, uno de los mejores atacantes que han pasado por Nervión. Salieron Conte y "Kiki" Carvajal (fichados de la cantera vecina). Dimos la nota en el Nou Camp, junto a Brito Arceo y ganamos un partido (3-4) que perdíamos por 3-1.

Una pena que Anton Polster se pelease a cuenta de su renovación, tirase su camiseta en Atocha y terminara marchando de Nervión para militar en equipos inferiores como Logroñes o Rayo Vallecano. Un futbolista que para una temporada en la que consigue hacer 33 goles, se encuentra con Hugo Sánchez (Real Madrid) que hace 38 y le arrebata el "Pichichi".

Un Sevilla FC que, a través de Rosendo Cabezas, reponía muy bien los atacantes que se le marchaban. Tras la marcha del austriaco Polster, llegó el chileno Iván Zamorano, con un remate de cabeza espectacular. Éste nos lo arrebató el Rea Madrid, pero llegó Davor Suker. El croata, se bajó del avión y le endosó tres goles al Español en un partido de Copa del Rey. Llegó en una operación 2x1, con Petrovic creo recordar, pero el nombre del delantero se grabaría con letras de oro en Nervión. Hizo muchos goles el croata, pero sobre todo uno genial y espectacular en la Copa de la UEFA en Grecia, en un lanzamiento directo de falta en la prórroga, frente al Olimpiacos, cuando íbamos a caer eliminados.

Alguna temporada antes, Diego Armando Maradona, casi nada, había pisado Nervión para liderar un equipo entrenado por Carlos Salvador Bilardo, un técnico muy peculiar y muy perseguido por la prensa capitalina, que defendía a sus alabados Menotti y Valdano. Fue en el año 1992, el año de la Exposición Universal en Sevilla. Entonces aún estaba yo en edad juvenil. Tres temporadas, la anterior a la citada, la de Maradona y la posterior de Luis Aragonés y del "Cholo" Simeone, donde disfruté de mis primeros carné de abonado.  Eran viajes en autobús con la Peña Sevillista de Dos Hermanas. Un carné que aún conservo y que entonces valía 6.000 pesetas en la temporada 93-94.

Y llegó la etapa de la universidad, y hubo que hacer un paréntesis en la etapa de abonado. Todo no se podía tener en esta vida, donde ves que tus padres se sacrifican y lo dan todo por ti. Había que conformarse con escuchar las retransmisiones radiofónicas con el maestro Araujo y con Ford, Tisa, Catrasa, Ferrimovil , Viajes Iberia y todos los Continentes o Carrefour de la provincia (casi ná). Eran otros tiempos.

Aún recuerdo la desagradable noticia del 1 de Agosto del 95. Ésa no la conocen las nuevas generaciones. Habrán oído hablar de ellas. Le habréis contado con pelos y señales a vuestros hijos y amigos lo que pasó, pero las penurias y angustias que pasamos todos los Sevillistas, ésas no se olvidan. Ver de repente a tu equipo en la 2ª B del fútbol español de la noche a la mañana, hace que se te caigan los "palos del sombrajo". Afortunadamente, el Sevilla FC tiene un patrimonio incalculable, como es el de su afición, que sin teléfonos móviles ni internet (mirad el año en el que estábamos), fue capaz de echarse a la calle  (en un número que rondó las 50.000 ó 60.0000 personas), y no a las playas a primeros de Agosto, y que fue capaz de conseguir que Sevilla y Celta compusiesen una liga de veintidós equipos. Aún se notan los efectos de aquella temporada en la actual segunda división española.

Son recuerdos muy ingratos, pero no igualan las lágrimas vertidas tras la triste tarde del descenso en Oviedo. Una temporada ilusionante que comenzó con González de Caldas en la presidencia y Camacho en el banquillo. Un acto de presentación con 55.000 espectadores (estadio abarrotado) y una puesta en escena espectacular con fuegos artificiales. Con fichajes que se negociaban en directo por las emisoras de radio, como el de Matías Almeyda. Con jugadores que llegaron como Prosinecki, Bebeto (ya pasados de rosca) y los Hibic, Mornar (el calvo), Aranalde o Antonio Gómez (actual entrenador del Valladolid). Una temporada antes, Davor Suker había hecho un paréntesis con su selección para viajar a Sevilla, meterle otros tres goles al Salamanca y mantenernos en la máxima categoría del balompié nacional. 

Pero claro, el cántaro va tanto a la fuente hasta que se rompe. Y en éstas que con Julián Rubio en el banquillo (que llegó sustituyendo a Camacho) y Álvarez ya de segundo entrenador, no fuímos capaces de mantener la categoría en tierras asturianas. Cabreo del quince transformado en llantos de un universitario encerrado en su habitación y que se acostó sin cenar. Ni siquiera el griego Tsartas, ni Monchi (por entonces eterno portero suplente), ni Prosinecki, ni Bebeto ni la madre que los parió, fueron capaces de mantenernos en primera dicisión.

Yo no había visto nunca descender a mi equipo, aunque la historia diga que hemos estado varios años en segunda división.  Yo había nacido el año que acabábamos de ascender (1975). No podía explicarme como un Sevilla FC que aspiraba a meterse en UEFA año tras año (aunque rara vez lo conseguía), podía descender a segunda división. Pensaba en ese momento que eso era lo peor que le podía pasar a un Sevillista, pero una década después, la desgracia de Antonio Puerta me demostró que no era así.

Éramos humildes en segunda división. Nos entrenaba Vicente Miera. Y en éstas que le dio por sacar a un chaval en edad juvenil como Marchena y ponerlo a jugar en el centro del campo. Él y los Velasco, Loren, José Mari, sumados a la gran cantidad de internacionales ¿futbolistas? que aterrizaron por Nervión como el portero francés Casagrande, el "ropero" Thetis, Eboué, Lawareé, Molnar (el danés), "la cobra" Axel, Lucio Wagner (el nuevo Roberto Carlos) y un largo etcétera, que nos tuvieron dos temporadas en segunda división. Hasta Fernando Castro Santos ocupó nuestro banquillo. Y llegó el día en el que ascendimos en una épica promoción frente al Villarreal, con Marcos Alonso en nuestro banquillo. Hubo invasión de césped. Pensaba que todos nuestros problemas se habían solucionado, pero estaba equivocado.

Con el ascenso llegaron seis futbolistas uruguayos. El más sonado, Marcelo Otero, que llegó del calcio para hacer goles, y jugaba de todo menos de delantero, amén de no hacerle un gol al arcoiris. Fue todo un desastre en la gestión presidida por Rafael Carrión. Se volvió a generar un nuevo agujero económico en la entidad. Si ya a finales de los años 80 se había saneado el Club con la venta de los terrenos de Gol Sur y los actuales del Nervión Plaza, por 1.200 millones de pesetas de las de entonces (creo recordar), pues la llegada de los Maradona y Dassaev y la gestión lastrada poco a poco por De Caldas y Escobar nos había hecho entrar en una crisis económica que se volvió a agravar con la gestión de Carrión y la llegada de los uruguayos.

Volvimos a desdender a segunda división en la temporada 1999-2000, pero uno ya tenía su particular herida hecha y no dolió  tanto como la de Oviedo. Por entonces, ya había terminado la universidad el año anterior, por los que los trabajitos eventuales que realizaba en el período veraniego, los invertía en sacarme mi carné de abonado de adulto, que hasta la fecha mantengo de manera ininterrumpida.

Un siglo XXI que todos tendremos mucho más reciente y en el que seré bastante más breve. Un siglo que nos recibió en una época de penuria económica, liderado por todo un caballero como Roberto Alés y con un ilusionante Joaquín Caparrós en el banquillo. Aún recuerdo su comparecencia en la Peña Sevillista de Dos Hermanas, a principios de temporada. Un rostro que demostraba la ilusión y fe ciega que tenía el utrerano y las ganas de trabajar, pero que todos poníamos en duda de como sería posible conseguir el ascenso con un equipo hecho de "retales", benditos retales encontrados por Monchi. Taira, Casquero, Podestá y sus lesiones, Fredi, Gallardo, un portero de 2ª B (Granada) como Notario, jugadores casi acabados como Loren (Marbella), Prieto y Pablo Alfaro, jugadores que no valían para primera división como Héctor o el "enorme" David Castedo, o delanteros muy caros en cuanto a fichas como Olivera o Zalayeta, o auténticos tanques como Míchel.

Y ascendimos. Y comenzaron a llegar los preparativos de una época dorada que conocéis a la perfección. La espinita que queda de toda esta época dorada es la triste pérdida de nuestro Antonio Puerta (que Dios lo tenga en su gloria durante muchos años). Además, me cogió en Alicante, por motivos de trabajo de mi mujer, y aprovechando las vacaciones de verano, me desplacé allí con ella. En la distancia las noticias eran tan desconcertantes y negativas como pudieran serlo aquí en Sevilla. 

Si has llegado hasta este punto, te doy las gracias por leer este post más que extenso, pero quería exponer algunas anécdotas, recuerdos y vivencias durante este amplio periplo como Sevillista. 

El Sevillismo lo llevo desde la cuna, pero como se cantó aquel triste mes de Agosto del año 95, "Sevillista seré hasta la muerte".
¡Gracias papá por hacerme sentir estos colores!.

9 comentarios:

Juan Angel de Tena dijo...

Amigo Julian, hoy nos hemos levantado melancólicos.
Desde prismas diferentes, a los dos nos ha dado hoy por sacar algunas de nuestras cositas de antesdeayer, como quien dice...
Precioso tu post y ¡ me cago en la mar serena! que recuerdos...

Y es que el preguntarse de donde viene este sentimiento tan grande, no dejara nunca de ser una pregunta sin respuesta...

Un fuerte abrazo amigo.

Nacho Mateos dijo...

Muchas felicidades Julián.
Tanto por tu cumpleaños como por este precioso post.

Espero que la apendicitis ya esté olvidada y te encuentres perfectamente. El contenido y la calidad de lo que te acabo de leer así me lo hace ver.

Saludos.

EL PAPI MAGASE dijo...

En primer lugar felicitarte por tu cumpleaños y en segundo por este bello post que leyendolo me has trasladado por unos instantes a mi memoria como sevillista,solo decirte que tengo diez años mas que tú y todo eso lo pude vivir con conocimiento de causa,menos mal que tu padre se encargó de meterte bien desde pequeño el veneno sevillista,afortunadamente hoy podemos disfrutar de ti por tenerte aqui en la blogosfera y contigo,porque lo mejor está por llegar y solo espero seguir compartiendolo contigo y con todos los hermanos y hermanas de esta bella y ya extensa blogosfera,un abrazo crack.

Julián Ruiz dijo...

A/A Juan Ángel de Tena
Este sentimiento estoy seguro que se lleva en los genes.

A/A Nacho Mateos
Gracias por las felicitaciones y por tus palabras Nacho. La apendicitis aún colea. Ya ayer me terminaron de quitar los puntos y a partir de ahora a levantar el ánimo poco a poco. Lo que sí es verdad que hoy me he levantado con una felicidad radiante como comentas, bien sea porque ya no tengo puntos, bien sea por ser el día de mi cumpleaños.

A/A EL PAPI MAGASE
Me cahis en la mar, papi, que me vas a hacer llorar con esas preciosas palabras. Gracias y mil gracias y llevas mucha razón en que tenemos una extensa y bella blogosfera.

Un saludo a los tres y de nuevo, MIL GRACIAS.

Joaquin dijo...

Muchas felicidades Julián, has descrito los sentimientos que hemos vivido todos los sevillistas de corazón en los últimos 20 años, en los cuales ha habido luces y sombras, momentos que sin duda han vivido la pena merced a lo que hemos vivido hace poco, la etapa más gloriosa de nuestro centenario club, por todo ello una vez más te doy la enhorabuena en este lluvioso miércoles y decirte que he compartido las mismas alegrías y sufrimientos que tu, solo que con 8 años de diferencia. Un fuerte abrazo compañero y espero volver a verte pronto

Tántalo dijo...

Felicidades julián!

Precioso post.

PD: No te olvides del gran cancerbero camerunes EBOUE.

Que tiempos...

Julián Ruiz dijo...

A/A Joaquín
Muchísimas gracias Joaquín y un abrazo en estos momentos. Por suerte la etapa más gloriosa de nuestro Club, la tenemos todos muy reciente.

A/A Tántalo
Muchísimas gracias Alejandro.
Sí lo he citado, junto a los Casagrande, Thetis, etc.
Una pena que no le haya dado la entonación que sugieres, porque un portero que no llegó a jugar ni un solo partido y que además en los entrenamientos no detenía ni los balones de NIVEA, cuanto menos es de estudio.
Éste era más sospechoso incluso que el cancerbero uruguayo Gerardo Rabajda, jeje.

Un saludo a ambos y MIL GRACIAS DE NUEVO.

Alexis Correa dijo...

Muchísimas felicidades Julián. Precioso el post, que seguro a muchos nos record´ño tantos y tantos momentos vividos. Un abrazo y recuperaté que tenemos mucho de que hablar.

Julián Ruiz dijo...

A/A Alexis Correa
Muchas gracias Alexis.
La verdad que sí, que nuestro Sevilla da para hablar y mucho.
A ver si lo hacemos pronto, eso será buena señal.

Un saludo.