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sábado, 5 de mayo de 2012

Gracias por todo Frederic Kanouté

Llegaba a esta ciudad y al Sevilla FC en el verano de 2005, con 28 años de edad, procedente del Tottenham inglés, un tipo africano (de Mali), muy alto y muy tranquilo, demasiado, con la referencia de ser un delantero que apenas había superado la media docena de goles por temporada. Su coste fue de seis millones de euros, benditos seis millones. Los amigos de la prensa sevillana se apresuraron a calificarlo como "un tipo sin gol y que iba a su bola".

Su comienzo en el equipo que entrenaba Juande Ramos no fue nada fácil. Fallaba un penalty en Villarreal, creo que otro en el Sadar (hablo de memoria), así como algún gol cantado en San Mamés. Era un tipo que llegó con problemas de pubis y otros problemas musculares que le impedían entrenar con regularidad con el grupo pero, que bien llevado, no era obstáculo para que jugase los domingos.

Fue el jugador que anotó el gol del Sevilla FC contra la selección de Brasil en el partido de nuestro centenario. Los muy jóvenes quizás no recuerden este dato.

Se lesionó en en la primera semifinal de la UEFA que disputó el Sevilla FC en Genselkirchen. Viajó tocado, Juande Ramos lo alineó consciente de lo que se jugaba el equipo y cayó lesionado en la primera mitad de aquel partido en el que viajaron más de 3.000 aficionados sevillistas rumbo a Colonia en 17 vuelos chárter clasificados por colores, todos los imaginables menos el verde. ¡Qué arte! (yo fui en el naranja).

No pudo disputar Frederic Kanouté el partido de vuelta de las semifinales contra el Schalke 04, aquella noche en la que me fue imposible contener lágrima tras lágrima tras pitar el árbitro el final del partido. No podía ni articular media palabra. Medio estadio gritaba de alegría, cantaban y saltaban mientras que la otra mitad llorábamos entre abrazos de felicidad. Por fin iban a ver a su Sevilla FC disputar una final y, por si fuese poco, europea.

Frederic Kanouté fue un denominador común en las finales que ganó el Sevilla FC, sobre todo en esos cinco títulos alzados en sólo quince meses, hito superado ahora por el Barcelona de Pep Guardiola.

El delantero de Mali marcó en Eindhoven el tanto que cerraba la fiesta (4-0) ante el Middlesbrough y la consecución de un título de nuestro Sevilla que tantas y tantas personas queridas se fueron al tercer anillo sin poderlo vivir.  El Sevilla FC se alzaba con su primera Copa de la UEFA (ahora Europa League).

También hizo gol en Mónaco, frente al FC.Barcelona de Ronaldinho, el segundo de los tres tantos que logró el Sevilla. Consiguió levantar la Supercopa de Europa.

Como no podía ser de otro modo, anotó en la prórroga disputada en Glasgow (a pase de Jesús Navas) frente al RCD. Español, así como en la tanda de penalties en el lanzamiento que la iniciaba. Allí levantó su segunda Copa de la UEFA consecutiva.
Sesenta años después, el Sevilla FC se presentaba con un Bernabeu rojiblanco a reventar, para medirse al Getafe y asaltar el título de Campeón de España que tanto se le resistía (ahora conocido como Copa del Rey). Ese cuarto entorchado se logró en parte, gracias al único gol anotado en el encuentro, como no, obra de Frederic Kanouté.

Por si fuese poco marcó por partida triple en el Bernabeu ante el R.Madrid entrenado por Schuster en aquel histórico (3-5) que le otorgaba al Sevilla FC el título de Supercampeón de España. Un orgasmo rojiblanco llegó a ser aquel partido para todos los aficionados sevillistas. Meterle una manita al R.Madrid y en su propio estadio.

No pudo anotar en la final que el Sevilla FC perdió en Mónaco ante el Milán, sólo setenta y dos horas después del triste fallecimiento de Antonio Puerta. Tampoco pudo hacerlo en la final de la Copa del Rey que el Sevilla FC consiguió levantar en Barcelona.

Sin embargo, volvió a anotar en la octava final que disputaba con nuestra camiseta en aquella Supercopa de España ante el FC.Barcelona (agosto de 2010), cuando el equipo de Nervión estaba entrenado por Antonio Álvarez. Logró un doblete en Sevilla (en el partido de ida) aunque el equipo cayó derrotado sin ofrecer resistencia por 4-0 en la vuelta.

Muchos agradecimientos son los que debemos los aficionados sevillistas al "gigante de Mali". Desde su faceta humana con la "Fundación Kanouté", pasando por su faceta muy profesional y terminando por los cientos de partidos y de goles que va a dejar en la retina y en la memoria de los sevillistas que hemos tenido la oportunidad de disfrutar de la presencia de ese número 12, que pasará a la historia centenaria de nuestro club como uno de los mejores futbolistas, goleadores y jugadores decisivos a la hora de la verdad, anotando en seis de las ocho finales disputadas.

Hoy sábado (21:00 h), nos dirá un adiós definitivo como futbolista en el Ramón Sánchez Pizjuán. No es el mejor momento para su despedida, dada la desastrosa temporada realizada por el club. El propio entrenador del Sevilla ha confirmado que el jugador no se encuentra al 100 %, pero que va a participar unos minutos.

Tan sólo deseo que no se utilice desde la entidad la figura de un grande como Kanouté como escudo humano para paliar el enfado del aficionado sevillista contra los máximos mandatarios.

La persona inteligente sabe distinguir entre el agradecimiento eterno que le debe a Frederic Kanouté de la penosa planificación deportiva de las últimas temporadas realizadas por los altos estamentos de la entidad.

Por ese mismo motivo, no se deben confundir las churras con las meninas.

Por eso hoy, y siete temporadas después, yo podré decir algún día, dentro de varias décadas, que vi jugar a un gigante africano, de Mali, que era demoledor y fino con el balón y que se llamaba Frederic y se apedillaba Kanouté. Jugó casi 300 partidos oficiales con nuestra camiseta y anotó más de 130 goles, siendo el cuarto máximo goleador de la historia del club tras los nombres míticos de Campanal, Arza y Araujo, y por delante de nombres tan insignes como Luis Fabiano o Davor Suker.

La estatua, el busto o el reconocimiento de "un dorsal de leyenda" está tardando en llegar para uno de los jugadores más grandes, y no lo digo por la estatura, que ha vestido nuestra gloriosa camiseta y que ha honrado nuestro amado escudo durante siete magníficas temporadas, siendo partícipe e influyente del lustro inimaginable que hemos gozado todos los aficionados sevillistas.

Gracias por todo campeón y que te vaya muy bien a ti y a tu familia allá por donde camines.


5 comentarios:

Nacho Mateos dijo...

Julián, felicidades por el post que le has escrito al mejor jugador que he visto con la camiseta de mi equipo.

Lo hemos destacado en NUMBER 1 Sport: http://www.number1sport.es/los-blogs-opina/sevillismo-desde-la-cuna-gracias-por-todo-frederic-kanoute/

Saludos.

Julián Ruiz dijo...

A/A Nacho Mateos
Gracias por tal consideración Nacho. Es todo un honor.

Saludos.

Anónimo dijo...

Indudablemente Kanouté ha marcado una época en un grande como el Sevilla, y coincido contigo Julián en que es necesario un emotivo homenaje no hay más ejemplo que Raúl en el Schalke, estará nuestra directiva a la altura? Y por otro lado y sin ánimo de deslucido este post q recoge el sentir del sevillismo, a mi personalmente me hubiera gustado w Sr hubiera despedido en el campo como hizo cuando llegó porque a mi entender esta temporada se ha escondido domingo uno y otro tmbien....sera q todavía me escuece la derrota del derbi...a algunos se les retira la camiseta cono Raúl o otros habría q pedirselass después de lo visto, pero es una opinión personal q como he dicho antes no debe repercutir en este post, pero después del Solimillazo de BEÑAT como lo han bautizado por aquí....no me cabe otra. Saludos Julián y ánimo

@cesarvizcaino dijo...

Enhorabuena Julian.

Justo y magistralmente redactado.

Sencillo y a la vez con contenido.

Lo echaremos de menos.

Un saludo

Julián Ruiz dijo...

A/A @cesarvizcaino

Como bien dices César, lo echaremos de menos y mucho.

Saludos.