García Quilón, todo un profesional

En los tiempos que corren hoy día y cuando se demanda desde los clubes y desde los propios aficionados, que los futbolistas sean lo más profesionales posibles, nos encontramos a un agente FIFA y representante de futbolistas y entrenadores que cumple con su tarea a la perfección, rozando su profesionalidad la excelencia.

Me estoy refiriendo a Manuel García Quilón, un representante que en menos de un año natural ha sido capaz de realizar operaciones verdaderamente milagrosas, con las consiguientes comisiones que ello conlleva. A modo de ejemplo, y en la parte que nos ocupa a los aficionados sevillistas, las operaciones que cito a continuación le han reportado al agente una cantidad que ronda el millón de euros. ¡Casi ná!

Agosto de 2010: Alexis Ruano es traspasado del Valencia al Sevilla por 5 millones (comisión del 10%, creo, para el representante).

Septiembre de 2010: Manzano ocupa el banquillo sevillista, llevándose consigo a tres colaboradores más (desconozco el porcentaje legal de esa comisión).

Junio de 2011: Manzano y sus hombres fichan por el At. Madrid, por increible que pueda parecer (otra comisión más).

Verano de 2011: Moyá, tercer portero del Valencia y otro representado más de García Quilón, es muy posible que termine fichando por el At.Madrid. En este asunto todos los caminos conducen a Roma: El portero De Gea ha fichado por el Manchester. Manzano tuvo a Moyá en el Mallorca. Manzano y Moyá comparten el mismo representante. Además, Manzano se ha hartado de solicitarlo hasta la saciedad por si continuaba la próxima temporada en el banquillo sevillista. Lo dicho, nueva comisión del 10% que se avecina por el traspaso, si no estoy equivocado.

Y es que en este mundo del fútbol aún quedan auténticos profesionales, entre ellos el representante Manuel García Quilón. ¡Ay, quién estuviera en sus manos! ¡Ay, si le diera por mover de nuevo a Alexis Ruano, por ejemplo al At. Madrid! ¡Ay, que habilidad hay que tener para seguir generando millonarios ingresos en tiempos de crisis!. Lo que nadie podrá discutirle a este señor es que no hace su trabajo a la perfección.