Otro esperpento veraniego más

Ya sé que estamos en pretemporada. Ya sé que aún no han subido punto alguno al marcador. Ya sé que todos los equipos entrenan en dobles sesiones diarias de trabajo, pero creo que es comprensible entender que cuando uno se sienta a ver a su equipo frente al televisor, aunque sea el famoso y fatídico 1 de agosto, le apetece ver a su equipo jugar bien, ser dinámico, tener la pelota o, simplemente, hacerle albergar esperanzas para la temporada que comenzará en apenas quince días.

Y claro, a todo esto, el rival de turno era de segunda división (derrota por uno a cero), de los mejores pero de segunda, con todo el respeto. Oigo por activa y por pasiva que el objetivo marcado desde la entidad es que el Sevilla FC juegue en Europa la temporada próxima y, por lo que se está viendo en el trabajo veraniego, antes de empezar el campeonato, PARECE que el objetivo está má lejos que nunca.

Es cierto que en fútbol las individualidades te hacen mejorar e incluso ganar partidos. No es menos cierto que Jesús Navas y Negredo llevan apenas cinco entrenamientos tras las vacaciones. A esto hay que sumarle que hay un central que aún no ha llegado a Nervión y que los recién fichados Cicinho y Kondogbia, están en el proceso de integración y adaptación al trabajo del grupo. Pero preocupa la imagen que está ofreciendo el conjunto.

Se realizaron muchas sustituciones, hasta nueve (sólo jugaron los 90 minutos los dos centrales, Bernardo y Spahic), y que los cambios se realizaron en dos grupos, uno de cinco al descanso y otro de cuatro al cuarto de hora de la segunda mitad. También el Córdoba jugaba en casa y estaba más motivado ante su público. Además, Míchel sacó de inicio a supuestos titulares mezclados con suplentes.

Ahora bien, si la imagen que ofrece el equipo con tres centrocampistas por medio (Campaña, Rakitic y Kondogbia en la primera mitad, y luego Medel, Trochowski y Javi Hervás en la segunda), es la de dejarse dominar una y otra vez por el rival, la de apenas mantener la posesión del balón, la de ser incapaz de robarle un solo balón a un segunda división, la de no tener mordiente ofensiva alguna ni profundidad por las bandas, la de no disparar a puerta y la de ver a jugadores como Reyes, Trochowski y Rakitic, por citar algunos ejemplos, fuera del partido y como si esto no fuese con ellos, que queréis que os diga, esto me empieza a preocupar.

Capítulo aparte merece Emir Spahic. Sinceramente no sé de que va, si de sobrado o de pasota, pero la actitud de este jugador con la camiseta del Sevilla FC no es nueva y miedo me da que este futbolista tenga que ser el encargado de liderar la zaga sevillista para volver a Europa. Miedo me da y espero equivocarme en mi sentir, pero lo del bosnio, ya llueve sobre mojado.En el encuentro de ayer, para muestra, cinco o seis botones.

También hay que reseñar que el famoso y manido dibujo del 4-3-3 que se mepeña en imponer Míchel, parece que no está siendo bien interpretado por los jugadores sevillistas porque sinceramente no se juega absolutamente a nada. Se supone que debemos confiar en el trabajo para conjuntar el equipo, pero quizás en el repliegue del equipo, quedarse en un 4-1-4-1 (con Babá solo arriba), hace que apenas tengamos opciones de salir al ataque. Ni tenemos el balón, ni robamos al contrario, ni tenemos profundidad, ni disparamos a puerta, ni tenemos presencia sobre el césped. Por el momento, nada de nada.

Se habla de cargas de trabajo y de pesadez en las piernas, pero digo yo que el Córdoba también las tenía.

El próximo sábado (15:30 h) nuevo amisto, esta vez de Champions, en tierras alemanas ante el Borussia Monchengladbach, que disputará la próxima temporada la máxima competición continental.

Mucho deben de cambiar las cosas en este Sevilla FC, porque con la llegada de un defensa central no se arreglan todos los problemas que se les ve a este equipo. Y problemas que parece que perduran de temporadas anteriores. Unos son de APTITUD, otros continuan siendo de ACTITUD y algunos de PLANIFICACIÓN.