Sensación de impotencia la que he tenido hoy viendo el nefasto partido que ha realizado el Sevilla FC en tierras francesas, donde salió goleado por 4-2 y se jugará el pase a los 1/16 de final dentro de quince días, en el Ramón Sánchez Pizjuán, frente al Borussia Dortmund, donde nos vale el empate, aunque claro, viendo como está el panorama, me huelo a que el partido será de pastillita debajo de la lengua y de marcapasos al rojo vivo.
Hoy no me quejo de la actitud de los jugadores, que lo que se dice correr han corrido, pero como pollos sin cabeza y con múltiples pérdidas de balón tanto en defensa como en el centro del campo que han provocado numerosas llegadas en superioridad del PSG a la meta defendida por Palop.
Hoy no me quejo de la actitud de los jugadores, que lo que se dice correr han corrido, pero como pollos sin cabeza y con múltiples pérdidas de balón tanto en defensa como en el centro del campo que han provocado numerosas llegadas en superioridad del PSG a la meta defendida por Palop.
El Sevilla FC, a día de hoy, da más facilidades sobre el terreno de juego que las "hermanitas de la Caridad". Antes de llegar al minuto 20 de partido ya habíamos encajado dos goles en sendos saques de esquina. Y aunque no os lo creáis u os parezca difícil de asimilar, Kanouté consiguió hacer un doblete antes del descanso y llevar el empate al marcador.
Hoy jugaron tres hombres en el centro del campo (Renato, Romaric y Zokora), dejando a Kanouté en solitario en la punta del ataque. Pero da exactamente igual como juguemos: con dos pivotes, con tres, con un punta, con dos delanteros o con un punta y un enganche o sin extremos. Cada semana una propuesta y siempre con el mismo resultado: encajamos goles por doquier. La sangría defensiva es brutal.
La distancia entre líneas es abismal sobre el terreno de juego, la defensa recula, recula y vuelve a recular en lugar de valerse de la anticipación. Las transiciones ataque-defensa las hacemos horrorosamente mal, ya que tardamos un mundo en recuperar la posición y volver cuando perdemos un balón. La presión defensiva es inexistente, cualquier equipo rival nos "afixia" con su presión y nos hace regalar cientos de balones durante el encuentro. A balón parado en ataque, somos más inofensivos que el pescado en blanco. A balón parado en defensa somos una auténtica ONG (por no usar los sinónimos banda o verbena).
Y no sé si convendréis conmigo que encajando goles un partido tras otro, y hoy fueron cuatro, es materialmente casi imposible derrotar a nadie. Y miedo me dan los pequeñitos de amarillo que nos esperan el domingo en Villarreal, miedo me da. Aunque si en algún deporte se puede revertir la situación deportiva en tres días, éste es el fútbol, pero anímicamente no estoy para mucho y me temo lo peor.
Para terminar, decir que tras el empate a dos volvimos a ser blandos, encajando el 3-2 en el minuto 44 y el 4-2 en el primer minuto de la segunda parte tras un error inadmisible de Martín Cáceres en la entrega de un balón cuando intentaba salir el Sevilla FC en ataque.
No me gustó el arbitraje, sobre todo en la segunda mitad, donde barrió para casa y privó de dejar con diez hombres a los franceses a falta de media hora para la finalización. No perdimos por el árbitro, ni mucho menos, pero no me gustó.
Tampoco me gusta que los payasos desarrollen su labor fuera del circo, y el portero del PSG se ha fugado de la carpa en la que trabajaba. El que haya visto el encuentro sabrá de lo que estoy hablando.
Y no me gustaron los motivos tácticos y revulsivos que Manzano utilizó desde el banquillo a la hora de realizar los cambios. Tal vez, cuando la corriente es negativa, todo parezca peor de lo que realmente es, pero es que no puedo opinar otra cosa, aunque creedme que me gustaría hacerlo.
Sólo puedo mandaros ánimos, y eso que los tengo por los suelos. Mala pinta tiene esto con la sangría de goles que venimos encajando: 13 dianas en 22 partidos ligueros (casi dos goles en contra por partido) y cuatro en el día de hoy. No quiero pensar cuántos se pueden encajar el domingo frente al Villarreal. Dios quiera que me equivoque.
Hoy jugaron tres hombres en el centro del campo (Renato, Romaric y Zokora), dejando a Kanouté en solitario en la punta del ataque. Pero da exactamente igual como juguemos: con dos pivotes, con tres, con un punta, con dos delanteros o con un punta y un enganche o sin extremos. Cada semana una propuesta y siempre con el mismo resultado: encajamos goles por doquier. La sangría defensiva es brutal.
La distancia entre líneas es abismal sobre el terreno de juego, la defensa recula, recula y vuelve a recular en lugar de valerse de la anticipación. Las transiciones ataque-defensa las hacemos horrorosamente mal, ya que tardamos un mundo en recuperar la posición y volver cuando perdemos un balón. La presión defensiva es inexistente, cualquier equipo rival nos "afixia" con su presión y nos hace regalar cientos de balones durante el encuentro. A balón parado en ataque, somos más inofensivos que el pescado en blanco. A balón parado en defensa somos una auténtica ONG (por no usar los sinónimos banda o verbena).
Y no sé si convendréis conmigo que encajando goles un partido tras otro, y hoy fueron cuatro, es materialmente casi imposible derrotar a nadie. Y miedo me dan los pequeñitos de amarillo que nos esperan el domingo en Villarreal, miedo me da. Aunque si en algún deporte se puede revertir la situación deportiva en tres días, éste es el fútbol, pero anímicamente no estoy para mucho y me temo lo peor.
Para terminar, decir que tras el empate a dos volvimos a ser blandos, encajando el 3-2 en el minuto 44 y el 4-2 en el primer minuto de la segunda parte tras un error inadmisible de Martín Cáceres en la entrega de un balón cuando intentaba salir el Sevilla FC en ataque.
No me gustó el arbitraje, sobre todo en la segunda mitad, donde barrió para casa y privó de dejar con diez hombres a los franceses a falta de media hora para la finalización. No perdimos por el árbitro, ni mucho menos, pero no me gustó.
Tampoco me gusta que los payasos desarrollen su labor fuera del circo, y el portero del PSG se ha fugado de la carpa en la que trabajaba. El que haya visto el encuentro sabrá de lo que estoy hablando.
Y no me gustaron los motivos tácticos y revulsivos que Manzano utilizó desde el banquillo a la hora de realizar los cambios. Tal vez, cuando la corriente es negativa, todo parezca peor de lo que realmente es, pero es que no puedo opinar otra cosa, aunque creedme que me gustaría hacerlo.
Sólo puedo mandaros ánimos, y eso que los tengo por los suelos. Mala pinta tiene esto con la sangría de goles que venimos encajando: 13 dianas en 22 partidos ligueros (casi dos goles en contra por partido) y cuatro en el día de hoy. No quiero pensar cuántos se pueden encajar el domingo frente al Villarreal. Dios quiera que me equivoque.
8 comentarios:
¡¡Que ganas de que llegue Navidad!!
Peor antes Villarreal, Borussia, y real Madrid (más Almería). ¡¡Vaya tela!!
Si pasa lo que creo que va a pasar, la cosa se pone muy cruda...
Un abrazo
Esto está tomando un cariz peligroso. Y lo peor, Julián, es que creo que no va a pasar nada. Esperarán que vuelvan Navas y Luis Fabiano y a conseguir salvar la temporada como mejor puedan. Pero yo empiezo a sentir miedo. Por primera vez en cinco años, estoy pensando en los 42 puntos. En fin, no sigo, porque me puedo embalar y no sería conveniente. Un abrazo amigo.
Hoy no voy a decir como ya dije. Despues de muchas temporadas de exitos, esto es un autentico desastre. Desde la directiva, para la que la palabra autocritica no existe, como para el entrenador y jugadores, ni uno ni otros (salvo 4 o 5) tienen nivel si lo que aspiramos es a tener un Sevilla grande. Si aspiramos a voler a ser el equipo ascensor, pues bueno, estamos donde estamos.
Hola Julián, pues la cosa pinta realmente mal como tu bien expones y como sentimos todos los sevillistas, es el momento más delicado en los últimos 5 años y los que están arriba deberían de tomas las medidas pertinentes para paliar esta situación, la defensa es un coladero, el centro del campo ni contruye ni destruye sino todo lo contrario y los hombres de ataque se encuentran desquiciados buscando la pelota, entre ellos Kanoute, autor de dos magníficos tantos que para nada sirvieron, y lo peor de todo es lo que se avecina: Villarreal, Almería, Borussia Dortmund, Real Madrid... en fin el panorama más negro que se pueda imaginar para un equipo que está perdido. Un abrazo a todos y esperemos que se revierta pronto esta situación porque de lo contrario mal nos va a ir
O cerramos los agujeros del colaero, o esto irá de mal en peor, no se puede tener una defensa más blandita ni perder más pases, como tu dices hoy se ha corrido pero como pollos sin cabeza.
Uff, como duele ver una y otra vez lo mismo.
Un saludo y espero estar mañana más animada.
Genial tu quinto párrafo.
Distancia entre líneas, defensa reculando sin cesar, lenta transición defensiva, presión inexistente...
Ya te lo he dicho en persona, si es necesario jugar todos atrás, cerraditos, buscando la contra, defender todos en campo propio, pues habrá que hacerlo, aunque sea un fútbol "feo" y de amarrategui para muchos.
Si es una vía por donde escapar de este sinsentido, adelante.
El equipo cada día anda peor y lo q más me`preocupa es q este mes de diciembre puede ser terrorifico, con los partidos q temnemos por delante.Aunque no voy a criticar al equipo no vaya ser q le siente mal a nuestro "ilustisimo" presidente.
Sr. Del Nido basta ya de decir tonterias coja el timón porque el barco se esta hundiendo y ni usted ni el Sr. Monchi hacen nada por solucionarlo.Además otra cosita hablenle claro a los aficionados como hizo el Sr. Ales en su día y si no hay un euro en la caja para fichar diganlo y no alardee tanto de fondos propios porque lo q es este año se ha gastado menos q un chupa chups de mármol.
El verdadero problema para mi seria q fichasen por que la gente pite y no pq lo vean necesario.
Como bien dice cesar, la palabra autocrtica en ellos esta fuera de su vocabulario
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